Cuando escuchamos términos como artritis y artrosis, es común que se utilicen indistintamente. Sin embargo, aunque ambos afectan las articulaciones y producen dolor, se trata de condiciones diferentes con causas, síntomas y tratamientos específicos. Para comprender mejor estas patologías, es fundamental conocer sus diferencias y cómo afectan a quienes las padecen.
Definición de artritis
La artritis es una inflamación de las articulaciones que puede causar dolor, hinchazón, rigidez y disminución de la capacidad de movimiento. Este término abarca más de 100 tipos diferentes de enfermedades reumáticas y condiciones relacionadas que afectan las articulaciones y tejidos circundantes. El tipo más común es la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune donde el sistema inmunológico ataca el revestimiento de las articulaciones, provocando inflamación y, con el tiempo, daño articular.
Esta enfermedad no se limita a afectar solo las articulaciones, sino que puede extenderse a otros sistemas del cuerpo. Algunas formas de esta enfermedad también pueden afectar órganos como el corazón, los ojos, los pulmones y la piel. Las personas con esta afección suelen experimentar períodos de brotes, en los que los síntomas empeoran, seguidos de remisiones, donde los síntomas disminuyen o desaparecen temporalmente.
Causas
Las causas de la artritis varían según el tipo específico. Algunas formas, como la artritis reumatoide, están vinculadas al sistema inmunológico y se consideran enfermedades autoinmunes. En estos casos, el cuerpo ataca por error los tejidos de las articulaciones, lo que conduce a la inflamación. Por otro lado, la artritis infecciosa puede ser provocada por una infección en una articulación, causada por bacterias, virus u hongos.
Existen también factores genéticos que pueden predisponer a una persona a desarrollar ciertos tipos de artritis. La edad es otro factor importante, ya que muchas formas de esta enfermedad, como la artritis reumatoide, se presentan con mayor frecuencia en personas mayores. Sin embargo, algunas formas de artritis pueden afectar a individuos jóvenes, incluso niños, como es el caso de la artritis idiopática juvenil.
Síntomas
Los síntomas de la artritis incluyen dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones afectadas. Estos síntomas suelen empeorar con el tiempo si no se tratan. En algunos casos, la inflamación crónica puede dañar las articulaciones permanentemente. Los pacientes con artritis también pueden experimentar fatiga, fiebre y pérdida de peso, especialmente en las formas autoinmunes de la enfermedad.
A menudo, el dolor asociado con la artritis es más intenso por las mañanas o después de largos períodos de inactividad. Las personas afectadas pueden notar una pérdida de movilidad en las articulaciones afectadas, lo que dificulta actividades diarias como caminar, vestirse o incluso escribir.
Definición de artrosis
La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa que afecta el cartílago de las articulaciones. A diferencia de la artritis, que es principalmente una enfermedad inflamatoria, la artrosis es el resultado del desgaste y deterioro gradual del cartílago que recubre los extremos de los huesos. Este desgaste provoca fricción entre los huesos, lo que genera dolor, rigidez y pérdida de movimiento.
La artrosis es la forma más común de enfermedad articular y afecta principalmente a personas mayores. Sin embargo, no solo es consecuencia del envejecimiento. Factores como lesiones previas, el sobrepeso y la actividad física intensa o repetitiva también pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis. Las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas y la columna vertebral, son las más afectadas por esta condición.
Causas
Las causas principales de la artrosis están relacionadas con el desgaste del cartílago articular a lo largo del tiempo. A medida que envejecemos, el cartílago se vuelve menos capaz de repararse a sí mismo después del uso y el esfuerzo, lo que lleva a su deterioro. Sin embargo, otros factores, como las lesiones articulares, también pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de la artrosis. Las personas que han sufrido lesiones como fracturas o torceduras graves tienen más probabilidades de desarrollar esta enfermedad.
El sobrepeso es otro factor importante, ya que somete a las articulaciones que soportan peso, como las rodillas y las caderas, a una mayor presión, acelerando el desgaste del cartílago. Las ocupaciones que requieren movimientos repetitivos o el uso prolongado de ciertas articulaciones también pueden aumentar el riesgo de artrosis.
Síntomas
Los síntomas de la artrosis suelen desarrollarse gradualmente y empeorar con el tiempo. El dolor articular es el síntoma más común y se presenta con mayor frecuencia después de movimientos repetitivos o después de largos períodos de actividad. La rigidez también es común, especialmente después de haber estado inactivo durante un tiempo, como al despertarse por la mañana.
A medida que la artrosis avanza, puede producirse una pérdida de flexibilidad en la articulación afectada, lo que dificulta realizar movimientos básicos. Las articulaciones también pueden crujir o chasquear debido al desgaste del cartílago. En algunos casos, el cartílago puede desgastarse por completo, lo que deja los huesos expuestos y produce un dolor significativo.
Diferencias clave entre artritis y artrosis
Aunque tanto la una como la otra afectan las articulaciones, existen varias diferencias clave entre estas condiciones que es importante comprender:
- Causa: La artritis es una enfermedad inflamatoria, mientras que la artrosis es una enfermedad degenerativa. En la artritis, la inflamación es causada por un ataque autoinmune o por otros factores, como infecciones o cristales de ácido úrico. En la artrosis, el desgaste del cartílago es el principal responsable de los síntomas.
- Edad de aparición: La artritis puede afectar a personas de cualquier edad, incluidos niños y adultos jóvenes, aunque es más común en personas mayores. En contraste, la artrosis se presenta generalmente en personas de mediana edad y mayores.
- Síntomas principales: En la artritis, los síntomas incluyen inflamación, calor en la articulación, enrojecimiento y fatiga. La artrosis, por su parte, se caracteriza principalmente por dolor asociado con el uso de la articulación y rigidez después de períodos de inactividad.
- Articulaciones afectadas: Aunque ambas enfermedades pueden afectar cualquier articulación, la artritis suele implicar múltiples articulaciones pequeñas, como las manos y los pies. La artrosis afecta principalmente a las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas y la columna vertebral.
- Progresión: La artritis puede presentarse en brotes y remisiones, lo que significa que los síntomas pueden mejorar temporalmente antes de volver a empeorar. En cambio, la artrosis suele empeorar progresivamente con el tiempo sin períodos de alivio significativos.
Tratamientos para la artritis y la artrosis
El tratamiento para la artritis depende del tipo específico de la enfermedad. En el caso de la artritis reumatoide, se utilizan medicamentos inmunosupresores y antiinflamatorios para reducir la inflamación y prevenir el daño articular. Los pacientes también pueden beneficiarse de la fisioterapia y los cambios en el estilo de vida, como mantener un peso saludable y realizar ejercicios de bajo impacto.
En cuanto a la artrosis, el tratamiento se enfoca en aliviar el dolor y mejorar la función articular. Los medicamentos analgésicos y antiinflamatorios se utilizan comúnmente, así como terapias físicas para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas. En casos graves, la cirugía, como el reemplazo articular, puede ser una opción cuando otros tratamientos no han sido efectivos.
Ambas condiciones se benefician de hábitos saludables, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y mantener un peso saludable para reducir la presión sobre las articulaciones.
Conclusión final
Tanto la artritis como la artrosis son enfermedades que afectan las articulaciones, pero tienen orígenes y características muy distintas. Mientras que la artritis es principalmente una enfermedad inflamatoria que puede afectar a personas de todas las edades, la artrosis es una enfermedad degenerativa relacionada con el desgaste del cartílago, principalmente en personas mayores.
Comprender estas diferencias es esencial para buscar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado que mejore la calidad de vida de quienes padecen estas condiciones.