Las estrellas de mar son criaturas fascinantes que habitan en los océanos de todo el mundo. Aunque parecen simples a primera vista, poseen una serie de características y comportamientos asombrosos que las convierten en seres realmente únicos dentro del reino animal. A continuación, se presentarán diez datos sorprendentes sobre estas increíbles criaturas marinas.
1. Las estrellas de mar no tienen cerebro ni sangre
Uno de los aspectos más curiosos de las estrellas de mar es que no tienen cerebro en el sentido que conocemos en otros animales. En su lugar, poseen un sistema nervioso central distribuido a lo largo de sus brazos. Esta organización les permite reaccionar de manera coordinada sin la necesidad de un cerebro centralizado.
En cuanto a la sangre, tampoco la poseen. En su lugar, estas criaturas utilizan agua de mar para bombear los nutrientes y el oxígeno por todo su cuerpo. Este proceso se da a través de su sistema vascular acuífero, una característica particular de los equinodermos, el grupo al que pertenecen.
2. Pueden regenerar partes de su cuerpo
Una de las habilidades más asombrosas de las estrellas de mar es su capacidad para regenerar sus extremidades. Si una estrella de mar pierde uno de sus brazos, puede volver a crecerlo con el tiempo. Esta habilidad es crucial para su supervivencia, ya que les permite escapar de depredadores sacrificando una parte de su cuerpo y luego recuperarse lentamente.
En algunos casos, incluso pueden regenerar una estrella de mar completa a partir de un solo brazo, siempre que este contenga parte del disco central. Este proceso de regeneración puede tardar meses o incluso años, dependiendo de la especie y las condiciones ambientales.
3. Existen más de 2.000 especies de estrellas de mar
Las estrellas de mar se encuentran en una amplia variedad de hábitats oceánicos en todo el mundo. Actualmente, se han identificado más de 2.000 especies diferentes de estos animales, lo que demuestra su enorme diversidad. Estas especies varían en tamaño, forma, color y hábitat.
Algunas viven en aguas poco profundas y se encuentran fácilmente en la costa, mientras que otras habitan en las profundidades del océano, a miles de metros bajo la superficie. Esta diversidad les permite adaptarse a diferentes entornos y condiciones, lo que ha contribuido a su éxito evolutivo.
4. Las estrellas de mar no son peces
Aunque se les llame estrellas de mar, no son en realidad peces. En lugar de pertenecer al grupo de los peces, estas criaturas forman parte del grupo de los equinodermos, que incluye a otros animales marinos como los erizos de mar, los pepinos de mar y los lirios de mar.
Una de las características distintivas de los equinodermos es su simetría radial, lo que significa que sus cuerpos están organizados en torno a un punto central, como los radios de una rueda. Esta simetría es evidente en estas criaturas, que suelen tener cinco brazos que irradian desde el centro.
5. Se mueven usando cientos de pies tubulares
A pesar de su apariencia inmóvil y su forma característica, las estrellas de mar son en realidad bastante móviles. Debajo de sus brazos, tienen cientos de pies tubulares que les permiten moverse a lo largo del fondo marino. Estos pies funcionan mediante presión hidráulica, utilizando agua de mar para extenderse y retraerse.
Estos pies tubulares no solo sirven para la locomoción, sino que también son fundamentales para capturar presas. Las estrellas de mar utilizan sus pies tubulares para sujetar con fuerza a sus presas, como los mejillones y almejas, abriendo lentamente sus conchas para acceder a la carne en su interior.
6. Tienen ojos en la punta de cada brazo
Aunque carezcan de un cerebro complejo,estas criaturas sí tienen una forma de visión. En la punta de cada uno de sus brazos, poseen un ojo rudimentario llamado ojo compuesto. Estos ojos no les permiten ver imágenes detalladas como los humanos, pero sí son capaces de detectar cambios en la luz y la oscuridad.
Este sentido de la visión es suficiente para ayudarles a orientarse en su entorno, detectar la presencia de depredadores y encontrar zonas adecuadas para moverse o alimentarse. La ubicación de sus ojos les permite tener una visión panorámica, lo que es una ventaja en su entorno submarino.
7. Las estrellas de mar tienen un estómago reversible
Una de las características más inusuales de estas criaturas es su método de alimentación. Cuando encuentran una presa, como un mejillón o una ostra, no simplemente la comen como lo haría un animal terrestre. En cambio, las estrellas de mar expulsan su estómago a través de su boca, que se encuentra en la parte inferior de su cuerpo, y lo introducen en la concha de su presa.
Una vez dentro, segregan enzimas digestivas que descomponen el tejido blando de la presa, permitiendo a la estrella de mar absorber los nutrientes. Luego, retraen el estómago hacia su cuerpo. Este proceso único de alimentación les permite consumir presas que de otro modo serían inaccesibles debido a las duras conchas.
8. No todas las estrellas de mar tienen cinco brazos
Aunque comúnmente tienen cinco brazos, no todas las especies siguen esta regla. Algunas especies tienen más de cinco brazos, llegando hasta 40 en ciertos casos. Por ejemplo, la especie Labidiaster annulatus, que se encuentra en las aguas frías de la Antártida, puede tener hasta 50 brazos.
La variación en el número de brazos entre las diferentes especies es un reflejo de la increíble diversidad de formas que pueden tomar estas criaturas. Tener más brazos puede proporcionarles una ventaja al moverse por el fondo marino o al capturar presas.
9. Pueden vivir varios años
Aunque la expectativa de vida de estas criaturas varía entre especies, algunas pueden vivir hasta 35 años. Las estrellas de mar más pequeñas suelen tener una vida más corta, mientras que las especies más grandes pueden vivir varias décadas, siempre que las condiciones del entorno sean favorables y logren evitar a los depredadores.
Su longevidad también depende de factores como la temperatura del agua, la disponibilidad de alimento y la presencia de depredadores naturales. Las que viven en aguas más frías tienden a crecer más lentamente y, por lo tanto, tienen vidas más largas que las que habitan en aguas más cálidas.
10. Desempeñan un papel crucial en los ecosistemas marinos
Finalmente, estas criaturas juegan un papel vital en los ecosistemas marinos. Son depredadores importantes que ayudan a mantener el equilibrio en las poblaciones de otros animales, como los mejillones, las almejas y los erizos de mar. En algunos casos, son consideradas especies clave, lo que significa que su presencia o ausencia puede tener un efecto profundo en todo el ecosistema.
Por ejemplo, la especie Pisaster ochraceus, que habita la costa del Pacífico de América del Norte, es crucial para mantener bajo control la población de mejillones. Si esta estrella de mar desapareciera, la población de mejillones podría explotar, desplazando a otras especies y alterando el equilibrio del ecosistema.
Las estrellas de mar son criaturas realmente sorprendentes y esenciales para la salud de los océanos. Sus increíbles habilidades, como la regeneración de brazos, su sistema nervioso único y su capacidad para desempeñar un papel crucial en los ecosistemas, las convierten en un verdadero objeto de estudio y admiración. Aunque muchas veces pasan desapercibidas debido a su vida en el fondo marino, no cabe duda de que estas criaturas son una de las maravillas más asombrosas de la naturaleza.