El pasado noviembre la marca de ropa Levi Strauss & Co aconsejó a los usuarios de sus pantalones vaqueros que congelaran las prendas en la nevera para así matar los gérmenes y bacterias causantes del mal olor, con el consiguiente ahorro de agua que se obtendría al evitar el lavado de estas prendas.
Una opción muy loable sino fuera porque congelar los vaqueros lo único que sirve es para ponérnoslos más fresquitos, ya que la mayoría de las bacterias que existan en unos pantalones vaqueros, probablemente, habrán venido de nuestro propio cuerpo, dado que estas criaturas son más felices viviendo en la cálida temperatura de la piel humana.
Además, normalmente muchas bacterias no mueren al congelarlas; sólo se inhibe su crecimiento y se vuelven a activar y a multiplicar estimuladas por el deshielo. Siempre ciñéndonos a las temperaturas que alcanza un congelador doméstico, claro.
Al parecer, la compañía de los jeans de bandera se ha embarcado en un proyecto de responsabilidad medioambiental ante la escasez de agua causada por el cambio climático, que según ellos puede poner en peligro la existencia misma de la empresa en las próximas décadas, cuando el algodón sea demasiado caro o demasiado escaso para ser rentable.
Según Levi´s, desde los campos de algodón de la India rural de donde salen sus prendas, se utilizan más de 3.000 litros de agua durante el ciclo de vida completo de un solo par de vaqueros 501, incluyendo la producción del algodón y el proceso de fabricación para mantener los vaqueros limpios. El 45% del agua utilizada se produce durante el lavado y el secado por parte del cliente.
Así que para proteger su cuenta de resultados, Levi Strauss ha empezado a financiar programas corporativos que enseñan a los agricultores en la India, Pakistán, Brasil y África las últimas técnicas de riego y sistemas para captar el agua de lluvia. Y ahora han pasado a los consumidores.
Para los clientes que buscan asesoramiento, Levi Strauss sugiere raramente lavar los pantalones vaqueros; si acaso “ponerlos en el congelador para matar los gérmenes que causan el mal olor”.
Veamos, ¿cada cuánto te lavas los vaqueros? Bueno, eso depende de cada uno y de lo cómodo que uno se sienta con la creciente cantidad de suciedad y los trocitos de epidermis que suelta el cuerpo, ya que la carga bacteriana no parece estar muy afectada por la frecuencia de los lavados.
En un experimento científico hecho por un estudiante canadiense se encontró poca diferencia en la carga bacteriana entre un par de jeans gastados durante 15 meses sin lavarse y otro par usado durante sólo 13 días.
Por lo tanto, lo sentimos por Levi´s: la congelación de nuestros jeans puede sonar como una gran idea en una reunión de publicistas, pero es muy probable que no sirva más que para ocupar espacio en la fresquera, quitándoselo a la tarrina del helado.
Y además de llegar mal, Levi´s llega tarde: en febrero de 2010, la empresa brasileña Tristar ya sacó unos vaqueros hechos con algodón orgánico que aseguraban que se limpiaban metiéndolos en el congelador.
Estos por lo menos te daban una bolsa de plástico a medida para que todo fuera más higiénico. Al final tuvieron que admitir que la congelación y descongelación repetida lo único que ayudaba es a suavizar las fibras para hacer los pantalones vaqueros más cómodos y más ceñiditos, al gusto carioca.
Por eso quizá Levi´s debería haber mirado un poco más en la cocina y recomendar meter los pantalones en el horno, a una temperatura a 121 º C durante al menos 10 minutos, la temperatura utilizada comúnmente para la esterilización. Ni siquiera habría que llevar las cosas hasta la pirólisis.
O hacer como el bueno de Jean Claude Van Damme, que si quiere congelarse los vaqueros, se va a una montaña bien fresquita para lograrlo, en vez de gastar energía inútil con la nevera en probar leyendas urbanas.
https://www.youtube.com/watch?v=_Z-WQN23Yl0
Vía GreenBiz, New York Times y Levi Strauss