El hipotiroidismo es una condición médica que afecta a millones de personas en todo el mundo y, con frecuencia, viene acompañada de un efecto secundario que puede resultar muy frustrante: el aumento de peso. Muchas personas se preguntan si realmente el hipotiroidismo engorda, y la respuesta no es tan simple como un sí o un no. Esta enfermedad, que ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas, puede desencadenar una serie de alteraciones metabólicas que harán más lento el metabolismo, favoreciendo así la acumulación de grasa corporal.
Además de influir en el peso, el hipotiroidismo puede generar fatiga crónica, intolerancia al frío, piel seca, depresión e incluso caída del cabello. Todos estos síntomas, al estar relacionados con una actividad metabólica reducida, hacen que mantenerse en forma y con un peso saludable se vuelva un verdadero desafío para muchos pacientes. Por esta razón, comprender cómo la tiroides influye en el control del peso es fundamental para abordar este problema con eficacia y mejorar la calidad de vida.
¿Cómo afecta el hipotiroidismo al metabolismo?
Cuando la glándula tiroides funciona lentamente, disminuye la producción de hormonas tiroideas como la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4). Estas hormonas son esenciales para regular el metabolismo basal, es decir, la cantidad de calorías que el cuerpo quema en reposo. Cuando hay un déficit de estas sustancias, el metabolismo se vuelve más lento, lo que significa que el cuerpo quema menos calorías de lo habitual.
Esta situación provoca que incluso una ingesta calórica normal pueda resultar excesiva para la tasa metabólica disminuida del paciente. Como consecuencia, tiende a haber un aumento de peso gradual que es difícil de revertir sin un tratamiento adecuado. Este fenómeno refuerza la creencia de que el hipotiroidismo engorda, lo cual tiene un fundamento real en la fisiología humana.
Acumulación de líquidos y retención de sodio
Otra de las razones por las que el hipotiroidismo se asocia con el aumento de peso es la acumulación de líquidos. Las personas con niveles bajos de hormonas tiroideas tienden a retener sodio, lo que genera una mayor retención de agua en los tejidos. Este tipo de aumento de peso no significa necesariamente un incremento en la grasa corporal, pero sí se traduce en un mayor número en la balanza.
Este componente del peso corporal suele disminuir cuando se comienza el tratamiento de reemplazo hormonal con levotiroxina y se alcanza un equilibrio hormonal estable. Sin embargo, los depósitos de grasa acumulados pueden requerir más tiempo y esfuerzo para reducirse.
Factores adicionales que dificultan la pérdida de peso
El hipotiroidismo no solo afecta el metabolismo de manera directa, también influye en los niveles de energía, en el estado de ánimo y en el sistema digestivo. Estas alteraciones contribuyen indirectamente al aumento de peso y hacen más difícil implementar hábitos saludables de forma sostenida.
Fatiga y falta de motivación
Uno de los síntomas más comunes del hipotiroidismo es el cansancio extremo. Esta fatiga persistente reduce significativamente la capacidad de la persona para realizar actividad física, lo que impide quemar calorías de forma efectiva. A su vez, la falta de energía suele estar relacionada con estados depresivos, lo que puede conllevar a conductas como el consumo excesivo de alimentos ricos en azúcar o grasa como mecanismo de consuelo.
Estreñimiento y digestión lenta
El bajo nivel de hormonas tiroideas también ralentiza el sistema digestivo, provocando estreñimiento crónico y sensación de pesadez. Estos síntomas gastrointestinales pueden promover la distensión abdominal y generar una falsa impresión de mayor volumen corporal. Además, esta lentitud digestiva reduce la eficiencia con la que el cuerpo procesa y utiliza los nutrientes, facilitando el almacenamiento de grasa.
¿Cómo tratar el aumento de peso relacionado con el hipotiroidismo?
El tratamiento principal para el hipotiroidismo consiste en la administración diaria de hormonas tiroideas sintéticas, como la levotiroxina. Este medicamento reemplaza la función de la hormona T4 y ayuda a normalizar los niveles hormonales en sangre. Una vez equilibrado el perfil tiroideo, el metabolismo tiende a restablecerse, y muchos pacientes notan una pérdida de peso lenta pero progresiva.
Monitoreo médico constante
Es fundamental que las personas con hipotiroidismo acudan a controles periódicos para ajustar la dosis del medicamento y evitar tanto una infradosificación (que mantendría el metabolismo bajo) como una sobredosificación (que podría generar síntomas de hipertiroidismo). Los análisis de TSH, T3 y T4 permiten monitorear adecuadamente el progreso del tratamiento.
Alimentación consciente y equilibrada
Aunque el hipotiroidismo engorda debido a factores hormonales, una alimentación adecuada puede marcar una gran diferencia. Es clave priorizar alimentos ricos en yodo, selenio y zinc, ya que estos minerales favorecen el funcionamiento de la tiroides. Las verduras crucíferas como el brócoli y la coliflor deben comerse con moderación y siempre cocidas, ya que contienen compuestos bociógenos que pueden interferir con la función tiroidea si se consumen en exceso y crudos.
Reducir azúcares simples, carbohidratos refinados y alimentos ultraprocesados también contribuye a evitar el aumento de grasa corporal. Una dieta rica en fibra ayudará además a mejorar la función digestiva, combatiendo el estreñimiento.
Ejercicio físico adecuado
La incorporación progresiva de actividad física puede ser un gran aliado para regular el peso. Caminar, nadar, practicar yoga o realizar ejercicios de fuerza ligera, son alternativas sostenibles que permiten incrementar el gasto calórico sin exigir demasiado al organismo. La regularidad es clave, pues el cuerpo con hipotiroidismo tarda más en responder a estímulos positivos. No se trata de buscar resultados rápidos, sino de construir hábitos duraderos que mantengan el metabolismo activo.
Importancia del diagnóstico y tratamiento temprano
Muchas veces, las personas que experimentan dificultades para bajar de peso no se imaginan que detrás de este problema pueda existir un desequilibrio hormonal. Es habitual atribuirlo al sedentarismo o a malos hábitos alimenticios, pero cuando dichos factores se corrigen y el peso sigue en aumento, conviene evaluar el estado de la tiroides mediante estudios clínicos. Identificar el hipotiroidismo a tiempo permite ajustar el estilo de vida de forma más efectiva y evitar complicaciones a largo plazo.
Reconocer que el hipotiroidismo engorda no significa resignarse a un peso que afecta la salud o la autoestima. A través de una combinación de tratamiento médico, buenas decisiones alimenticias y actividad física regular, es posible mantener un equilibrio saludable y mejorar el bienestar general.
Preguntas y respuestas
¿El hipotiroidismo siempre causa aumento de peso?
No en todos los casos. Aunque muchas personas con hipotiroidismo ven un incremento en su peso corporal, este varía según factores como la gravedad del trastorno, el estilo de vida, la genética y si el tratamiento médico se inició a tiempo.
¿Qué tipo de aumento de peso produce el hipotiroidismo?
El aumento de peso por hipotiroidismo puede deberse a grasa corporal, pero también incluye la retención de líquidos. Esta distinción es importante, ya que el tratamiento puede reducir la hinchazón y el peso asociado al exceso de agua.
¿Tomar levotiroxina ayuda a perder peso?
La levotiroxina restablece los niveles normales de hormonas tiroideas, lo que puede mejorar el metabolismo. Sin embargo, no debe considerarse un medicamento para adelgazar. Solo contribuye a normalizar el metabolismo, y es necesario acompañarla de una alimentación saludable y actividad física regular.
¿Tiene solución el problema de que el hipotiroidismo engorda?
Sí, con tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, muchas personas con hipotiroidismo logran controlar su peso. El proceso puede ser más lento, pero con constancia y supervisión médica es posible alcanzar un equilibrio saludable.
¿Se puede prevenir el aumento de peso en casos de hipotiroidismo?
Cuando el hipotiroidismo se diagnostica precozmente y se trata de forma adecuada, es posible prevenir un aumento de peso significativo. Mantener un estilo de vida activo y una dieta equilibrada también minimiza el impacto sobre el peso corporal.
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