A principios de otoño del año pasado el Consorcio Unicode, la organización responsable de la creación de emojis para las distintas plataformas y sistemas operativos, anunció que había finalizado su lista de nuevos iconos para su versión Emoji 13.1, añadiendo un total de siete nuevas imágenes, así como una gran cantidad de variantes de tono de piel para parejas que suman un total de 217 nuevas opciones, en su mayoría (210) parejas de personas besándose y compartiendo corazones en distintas combinaciones de género.
Emoji 13.1 es el lanzamiento de emojis destinados a proporcionar los nuevos iconos que llegarán a los teléfonos en 2021, por lo que las actualizaciones para admitir esta versión llegarán a la mayoría de las plataformas a lo largo de este año en curso; aunque desde diciembre de 2020 los dispositivos Google Pixel ya admiten esta actualización. Mientras que los Emoji 14.0, que es donde realmente habrá novedades destacables, se han pospuesto hasta finales del año, para su estreno en 2022.
Así que esta versión 13.1 podría considerarse una versión de transición por causas de la pandemia. Sus novedades consisten en tres nuevas caritas (una cara exhalando, una cara entre las nubes y una cara con ojos en espirales de confusión), dos nuevos corazones (un corazón en llamas y un corazón vendado), varios insectos nuevos como la cucaracha o la mosca, y emojis barbudos con inclusión de género, lo que permitirá a los usuarios elegir entre un hombre con barba, una mujer con barba o una persona con barba neutra en cuanto al género.
La mayoría de estos nuevos emojis, como ocurre con gran parte del millar que actualmente existen, rara vez serán usados. Porque como suele pasar con casi todo, ante tanta variedad de iconos, siempre acabamos usando los mismos de siempre; bien porque la mayoría de iconos no nos dicen nada, representan situaciones que jamás vivimos o porque no tenemos ni idea de lo que quieren representar.
Y es que aunque la globalización de razas, géneros y especies animales haya inundado el catálogo de emojis actual, estos caracteres o iconos son originarios de Japón, una cultura y tradiciones bien distintas a la nuestras. Por eso, es normal que haya muchos emoticonos que no sepamos interpretar y que anden por ahí desde el principio de los tiempos sin que les hayamos hecho nunca caso: el dango, el otsukimi, el kamaboko, el kodomatsu, el koinobori…
Así que puede ser una buena idea, ante la falta de nuevos iconos interesantes en este parón por la pandemia, recuperar algunos de estos primegenios emojis japoneses que pueden representar valores y buena vibra para estos meses de incertidumbre. Quién sabe si pueden acabar engrosando tu lista de iconos favoritos, por su alta carga simbólica en unos momentos donde la esperanza debe ir más allá de caras amarillas, corazones partidos o el vello facial de cada uno.
Son las banderas tradicionales en forma de carpas de colores que se izan en la festividad de los niños, -el Kodomo no hi, el cinco de mayo-, para que estos crezcan fuertes y saludables. Tradicionalmente los japoneses asocian la carpa con los niños debido a la fuerza que realizan estos peces al nadar contra la corriente en los ríos.
Significa “mirar a la luna”, literalmente, y representa la fiesta japonesa en honor a la luna de otoño, que tiene lugar el decimoquinto día del octavo mes del calendario solar japonés. Es tradicional decorar los hogares japoneses con susuki, un pasto nativo del este de Asia, y comer tsukimi dango (bolas de arroz dispuestas en forma piramidal) para celebrar la belleza de la luna.
No es un helado de tres bolas, es un dumpling japonés elaborado con harina de arroz (mochiko) que a menudos se sirve en un pincho, con tres y cuatro unidades. Existen diferentes tipos, como el mencionado tsukimi dango, pero el hanami dango concretamente, el del icono emoji, consta de tres dangos de distintos colores (verde, blanco y rosa) y se suele elaborar durante la temporada de contemplación de las flores de los cerezos, justamente cuando empieza la primavera.
Quiere decir pino de puerta, literalmente, y este emoticono que parece un paisaje en realidad es un adorno tradicional de Año Nuevo que se pone en las puertas de los hogares japoneses después de navidad y hasta el 7 de enero, para recibir a los espíritus ancestrales. Por lo general están hechos de pino, bambú y, a veces, de ume, un ciruelo chino.
Es un pastel de pescado típico japonés, una variedad de surimi, elaborado con varios pescados blancos hechos puré y cocidos al vapor. El pastel se corta en rebanadas y se sirve frío con varias salsas. Algunos kamabokos se hacen de modo que una rebanada parezca una figura. La más común es una espiral llamada naruto, como la del emoticono.
Bam
Se trata de un símbolo rojo que se usa en los cómics de manga y que representa las venas a punto de estallar de una persona muy enojada. También se utiliza para indicar la onomatopeya de un golpe, casi siempre acompañada de la palabras Bam o Pow.
Marca que los conductores en Japón deben mostrar en el coche durante un año después de recibir su licencia. Similar a la L de conductor novel que se utiliza en otros países. Y no tiene una forma de colocación definida, pues puede utilizarse invertida o, incluso, torcida.
No, no se trata de un plato de comida caliente o el símbolo para indicar que llega la hora del almuerzo. Corresponde a la representación de los manantiales de aguas termales que se toman en una bañera circular. El archipiélago japonés está lleno de volcanes y aguas termales; y muchos de estos manantiales están adaptados para su uso como balnearios para personas… o animales.
Es el festival de las muñecas dedicado a las niñas que se celebra cada 3 de marzo en el país del Sol Naciente. Ese día, las niñas exponen varias muñecas vestidas con kimonos tradicionales que representan personajes de la corte imperial de la Era Heian (794-1185).
Puede parecer una medusa, pero no lo es. Se trata de un fūrin, una campanilla de viento que se suele colocar en las ventanas o las puertas de las casas al principio de verano a modo de decoración. Está formado por una campana de cristal, cerámica o metal de la que cuelga una cuerda unida a un papel que se mueve con el viento. En ese papel se suelen escribir deseos o frases para la buena suerte.
La festividad de las estrellas (Tanabata) se suele celebrar escribiendo deseos en pequeñas tiras de papel o tanzaku y colgándolas en las ramas de árboles de bambú, como las del emoji. Luego se colocan a flote sobre un río junto a otras decoraciones o se queman tras el festival, alrededor de la media noche o a la mañana siguiente.
Tengu
Unicode llama a este emoji el ‘duende japonés’, que es una gran simplificación, porque lo que muestra es el Daitengu o ‘Gran Perro Celestial’, un ser humano que tiene una nariz larga y piel roja. No es una máscara, como muchos creen. En el folclore tienen poderes especiales, incluida la capacidad de volar. Con una historia que ha sufrido muchas transformaciones, el Tengu se ha convertido en parte de la cultura pop moderna, ya que de demonios perturbadores y heraldos de la guerra, su imagen gradualmente se fue suavizando para convertirse en uno de los espíritus protectores de las montañas y los bosques.
Esta es la típica lámpara que cuelga en la entrada de los izakaya, unos bares o restaurantes típicos japoneses para tomar algo –tanto comida como bebida- después del trabajo. Generalmente, la manera más habitual de comer y beber en una izakaya consiste en ir pidiendo distintos platos de raciones no muy grandes que se comparten entre los comensales. Por eso es habitual comer muchas cosas distintas mientras se consumen bebidas alcohólicas.
Hanafuda
Y por último, un tipo de cartas conocidas como «cartas de flores» que se utilizan para una gran variedad de juegos diferentes que requieren asociar imágenes. Cada uno de los 12 palos tiene una flor de temporada diferente y las tarjetas especiales incluyen animales o paisajes. Nacieron con la prohibición de jugar a las cartas extranjeras cuando durante el período Edo [1603-1868] Japón cerró sus fronteras a cal y canto. Debido a esto, se tuvieron que crear nuevos tipos de juegos de cartas. Y 1889 se fundó una pequeña empresa llamada Nintendo para producir estas tarjetas Hanafuda, que se propagaron lentamente por todo el país, estando presentes actualmente en la mayoría de los hogares.
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Si quieres saber un poco más sobre emoticonos consulta esta página: https://www.cookingideas.es/emoticonos-diferentes-20170509.html