El Museo del Louvre, ubicado en el corazón de París, es una de las instituciones culturales más importantes y visitadas del mundo. Este icónico lugar alberga miles de obras de arte, que van desde la Antigüedad hasta el siglo XIX, y su historia está llena de detalles fascinantes. A continuación, se destacan diez curiosidades que probablemente no conocías sobre este museo emblemático.
1. De fortaleza medieval a palacio real
El Louvre no siempre fue un museo. Originalmente, en el siglo XII, fue construido como una fortaleza para defender a París de posibles invasiones. Su función militar se mantuvo durante varios siglos, hasta que en el siglo XVI, bajo el reinado de Francisco I, el Louvre comenzó su transformación en un palacio real. A lo largo de los años, diferentes monarcas, como Enrique IV y Luis XIV, continuaron expandiendo el complejo hasta convertirlo en la majestuosa estructura que conocemos hoy.
2. El museo más grande del mundo
Con una superficie de más de 72.000 metros cuadrados dedicados exclusivamente a la exposición, el Louvre ostenta el título de ser el museo de arte más grande del mundo. Abarcar todo el museo en una sola visita es prácticamente imposible, ya que alberga más de 35.000 obras de arte. Se estima que si pasas solo 30 segundos observando cada obra, necesitarías 100 días para ver toda la colección, asumiendo que no tomarás ningún descanso.
3. La pirámide de vidrio: una adición controvertida
Uno de los elementos más reconocibles del Louvre es la Pirámide de Cristal, diseñada por el arquitecto Ieoh Ming Pei y completada en 1989. Aunque ahora es un símbolo moderno del museo, cuando fue presentada por primera vez, generó gran controversia. Muchos criticaban la estructura por considerarla demasiado moderna y por romper con la estética clásica del museo. Sin embargo, con el tiempo, la pirámide ha sido aceptada como un elemento icónico que representa la fusión entre la tradición y la modernidad.
4. El robo de la Mona Lisa
La Mona Lisa, pintada por Leonardo da Vinci, es quizás la obra de arte más famosa que se exhibe en el Louvre. Pero lo que muchos no saben es que en 1911, la obra fue robada del museo. El responsable del robo fue Vincenzo Peruggia, un carpintero italiano que trabajaba en el Louvre. Peruggia creía que la Mona Lisa debía estar en Italia, su lugar de origen. Después de mantener la pintura oculta durante dos años, fue capturado cuando intentaba venderla a un comerciante de arte en Florencia. La Mona Lisa fue devuelta al Louvre y desde entonces su fama no ha hecho más que crecer.
5. Un refugio durante la Segunda Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Louvre estuvo en peligro debido a los bombardeos y a la ocupación nazi de Francia. Previendo este riesgo, las autoridades francesas tomaron medidas preventivas y evacuaron gran parte de las colecciones del museo, incluida la Mona Lisa, que fue trasladada a distintos lugares secretos para garantizar su seguridad. Muchos de los tesoros del Louvre se mantuvieron ocultos en castillos y refugios en diferentes partes del país hasta el final de la guerra.
6. El Louvre como plató de cine
El Museo del Louvre no solo es un destino para los amantes del arte, sino que también ha servido como escenario para numerosas películas. Una de las más famosas es El Código Da Vinci (2006), basada en el libro de Dan Brown. La película, que protagoniza Tom Hanks, presenta numerosas escenas dentro del museo, lo que ayudó a atraer a un público aún más amplio a sus puertas. Además de esta cinta, el Louvre ha aparecido en producciones como Bajo el sol de Satanás (1987) y Las señoritas de Rochefort (1967).
7. La colección de arte egipcio más grande fuera de Egipto
El Louvre alberga una de las colecciones de arte egipcio más importantes del mundo, fuera de Egipto. Con más de 50.000 piezas, esta sección incluye desde pequeñas estatuillas hasta colosales esculturas y sarcófagos. Entre las obras más destacadas se encuentra la estatua de Escriba sentado y la Gran Esfinge de Tanis, que data del siglo XXVI a.C. Este acervo es un reflejo del interés europeo por el egiptomanía en los siglos XVIII y XIX, cuando muchas de estas piezas fueron adquiridas por exploradores y arqueólogos.
8. El Louvre: hogar de obras invaluables
Dentro del vasto catálogo del Louvre se encuentran algunas de las piezas más invaluables y significativas de la historia del arte. Además de la ya mencionada Mona Lisa, otras obras maestras que merecen ser mencionadas son la Venus de Milo, una de las esculturas más célebres del arte griego, y la Victoria de Samotracia, una impactante representación de la diosa griega Niké en pleno vuelo. Ambas esculturas son símbolos no solo del museo, sino de la historia del arte en su conjunto.
9. Un museo en constante expansión
Aunque el Louvre es mundialmente conocido por su sede en París, este museo no se limita a un solo lugar. En 2012, se inauguró el Louvre-Lens en el norte de Francia, con el objetivo de hacer accesibles las colecciones del Louvre a un público más amplio. Además, en 2017 se abrió el Louvre Abu Dabi, fruto de una colaboración entre Francia y los Emiratos Árabes Unidos. Este proyecto no solo representa una expansión física del museo, sino también una ampliación de su influencia cultural en todo el mundo.
10. Visitantes ilustres
A lo largo de los siglos, el Louvre ha recibido a innumerables figuras históricas y culturales. En 1804, Napoleón Bonaparte utilizó el Louvre como su residencia personal durante un tiempo, renombrándolo como el Musée Napoléon. Más recientemente, celebridades como Beyoncé y Jay-Z han rodado videoclips dentro del museo, como el famoso Apesh*t en 2018, donde muestran algunas de las obras más icónicas del lugar. El Louvre no solo es un lugar de reverencia para el arte, sino también un punto de encuentro entre la historia y la cultura contemporánea.
El Museo del Louvre sigue siendo un símbolo de la grandeza cultural de Francia y una parada obligada para cualquier amante del arte. Con sus miles de obras y su rica historia, este museo ofrece una experiencia incomparable que sigue maravillando a millones de visitantes cada año.