Esos viernes a la basura, esos sábados… Esos momentos en los que uno odia el mundo real, sobre todo cuando una noche de tormenta nos fastidia el plan para salir a emborracharnos disfrutar de una tranquila velada con los amigos. ¿Qué diantres hacer un fin de semana sin salir de fiesta? Sencillo. Llevar la fiesta a casa.
Hay muchas formas de entretenerse en el sofá, con varios litros de zumo de cebada refresco de cola y la compañía de nuestros colegas. Algunos disfrutan con unas palomitas y una maratón de ‘El Señor de Los Anillos’, otros aparcan el trasero en el sofá y se ponen a hacer ‘zapping’, y solo algunos, los más osados, escogen los juegos de mesa más tradicionales como pasatiempo. Por ejemplo, el Monopoly. Sí, el juego interminable. Hay versiones para todos los gustos, pero nosotros, que somos un poco frikis, nos hemos decantado por diez ediciones para cerebritos.
Hasta el infinito y más allá
Por qué comprar calles y avenidas si podemos adquirir cometas, planetas o galaxias. Algo así debió de pensar USAopoly, fabricante de la versión estelar del famoso juego. Una radio espacial, un telescopio o la bóveda de un observatorio son algunas de las naves con las que podremos movernos a través del tablero. El dinero no cambia mucho, salvo que son planetas los que se encargan de adornar los billetes.
Mejor que el Gobierno seguro que lo haces
Para los que se quejan, no sin razón, de las decisiones que toman nuestros gobernantes en materia de Sanidad, Medical Monopoly es la oportunidad perfecta para demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera. En esta versión, tendrás que lanzarte en busca de camas para alojar a los enfermos y de fármacos para quitarles los achaques. De ahí que las piezas con las que te desplazas sean pacientes. También resultan fundamentales los conocimientos médicos, porque serán preguntas sobre anatomía o primeros auxilios las que te harán avanzar o quedarte encasillado.
Probetas y bata blanca
Los instrumentos y cachivaches que se emplean en los laboratorios también son buenas piezas para echar una partida. En el Monopoly de la marca Fisher Scientific, las casas y los hoteles se transforman en laboratorios y centros de investigación. Y, entre los peones, un matraz de Erlenmeyer, un mechero Bunsen, un microscopio o un mortero. ¡Cuidado! Ya sabes lo que pasa si mezclas un ácido con una base…
Para ‘geeks’
Muchas universidades estadounidenses se han subido al carro del juego del muñeco multimillonario. Es el caso de la Universidad Tecnológica de Georgia. Con Techopoly, el centro aspira a que sus estudiantes se conviertan en auténticos fans. ¿Por qué graduarse una sola vez si lo pueden hacer constantemente? Un despertador, un lápiz, una deportiva, una bicicleta y un gorro de graduación son las piezas que recorren un tablero con las zonas más emblemáticas del campus. ¿Serás de los que sacan buenas notas o te quitarán la beca?
El de los luchadores
‘Relay for Life’, uno de los eventos que organiza la Sociedad Americana de Cáncer, cuenta con su propia versión del Monopoly. Relayopoly es un viaje a través de la historia y los hitos de este evento, a modo de homenaje a tantas y tantas personas que han logrado vencer a la dichosa enfermedad.
Para amantes de la naturaleza
En Earthopoly, los créditos del carbón harán que nos volvamos grandes defensores de las zonas protegidas que vamos adquiriendo. El tablero y las tarjetas están hechos de papel reciclado, al igual que las piezas y la tinta, de aceite vegetal. Todo un gozo para los amigos de los árboles.
El enigmático
Considerado el ‘padre’ de la informática y la inteligencia artificial, en 2012, Alan Touring fue homenajeado con una edición del Monopoly. El tablero y las tarjetas narran, precisamente, la historia del célebre matemático. Y aquí nada de Lincolns o Mr. Monopolys: en los billetes, el rostro que acabarás adorando es el de Turing.
Para aprender código
A diferencia del resto de versiones, ésta no la vais a poder encontrar ni en Amazon, ni en eBay, ni en la juguetería del barrio. El Cyber Java Monopoly es idea de un grupo de investigación de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad de Pittsburgh (Illinois). El objetivo del juego es que los estudiantes aprendan los conceptos básicos de programación. De ahí que en las casillas del tablero, en vez de calles, se encuentren dominios. Una buena idea para hacer más llevaderas las clases de informática.
¿Quién vive en la piña debajo del mar?
‘Monopoly Wyland Underwater World Edition’: que no os asuste el nombre, que las partidas no son tan largas como el título. Si eres de los que bucean en verano para disfrutar de la compañía de los peces, tienes que probar el Monopoly del océano. En el juego, creado por la fundación Wyland para la preservación de la vida acuática, te encontrarás con una infinidad de especies. Una buena alternativa a los documentales.
Tres, dos, uno…
El cuarenta aniversario de la NASA dio para hacer otra versión del Monopoly. Un tablero repleto de destinos espaciales y un satélite, un astronauta y una cápsula espacial como piezas. Diversión asegurada para los que siguen un lanzamiento en Cabo Cañaveral como si fuera la final de la Liga.
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Con información de Wikia, Amazon, Medical Monopoly, Board Game Geek, Customopolygames, Late for the Sky, Illinois Ideas
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