Este año se cumple el primer centenario de la fatídica y legendaria expedición del capitán Robert Scott y su grupo de exploradores por ser los primeros en alcanzar el polo sur. Coincidentemente, también es el año en que se han descubierto los restos del Terranova, la nave de madera escocesa que se encargó de llevar a los héroes hasta su tumba helada.
Según informa la BBC, los restos del navío fueron hallados en aguas de Groenlandia por una empresa estadounidense de investigación, la Schmidt Ocean Institute, que hallaron las lecturas del barco gracias al empleo de una sonda marina. En seguida intuyeron que podría tratarse del SS Terranova, que acabó sus días herida de muerte en el hielo de Groenlandia en 1943, mientras hacía labores de reparto de suministros.
Las sospechas del Schmidt Institute se confirmaron tras enviar un pequeño robot submarino de tipo “camarón” para filmar el naufragio. Los 57 metros de eslora y la comparación con las fotos de la época demuestran que sin duda se trata del mítico barco del capitán Scott, el que transportó la expedición del mismo nombre a la Antártida en 1910 para no volver guarecerlos jamás.
La Expedición Terra Nova fue una suerte de carrera entre el equipo del británico capitán Robert Falcon Scott y su rival noruego Roal Amundsen por atravesar la Antártida hasta coronar el Polo Sur.
Zarparon un 15 de julio de 1910 desde Cardiff, Gales. Pasados dos años, el exhausto y moribundo equipo alcanzó su meta sólo para comprobar que los noruegos se les habían adelantado. Las bajísimas temperaturas y la escasez de provisiones se encargaron de que el camino de regreso se convirtiera en el último de sus vidas, aquel que a su vez les catapultó hacia la leyenda.Sus cuerpos no serían localizados hasta pasados ocho meses por un equipo de rescate.
El barco, por su parte, seguiría su propio rumbo hasta terminar encallado y hundido bajo el cruel hielo de Groenlandia, hasta el día de hoy.
Visto en BBC News y smichdtocean.