Criaturas de la mitología japonesa
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Criaturas de la mitología japonesa que debes conocer

La mitología japonesa es un universo fascinante lleno de criaturas fantásticas que reflejan la rica cultura e historia del país. Desde espíritus traviesos hasta seres protectores, estas entidades son fundamentales en las leyendas populares y en el folclore japonés. A lo largo de los siglos, estas criaturas han sido representadas en diversas formas de arte, literatura y teatro, perpetuando su relevancia en la sociedad contemporánea. En este texto, profundizaremos en algunas de las más emblemáticas criaturas mitológicas japonesas que no pueden pasarse por alto.

Yokai: seres sobrenaturales con múltiples formas

Los Yokai son un amplio grupo de seres sobrenaturales en la mitología japonesa. Pueden ser criaturas de aspecto monstruoso, espíritus vengativos o entes traviesos que habitan el mundo natural y el humano. No todos los Yokai son malvados; algunos son simplemente juguetones o protectores, mientras que otros son peligrosos y aterradores. A continuación, se destacan algunos de los Yokai más conocidos.

Kappa: el demonio del agua

El Kappa es una de las criaturas más famosas de la mitología japonesa. Se trata de un demonio acuático que habita ríos, lagos y estanques. Se le describe con apariencia humanoide, de piel verde y con una cavidad llena de agua en la cabeza, de la que extrae su poder. Aunque el Kappa es conocido por ser travieso y, a veces, peligroso, también tiene un fuerte sentido de la cortesía. Es famoso por su afición a desafiar a los humanos a combates de sumo, pero también es capaz de causar daños graves, como ahogar a las personas o robarles su alma a través de su «shirikodama», una bola mística que se encuentra en el recto humano, según la leyenda.

A pesar de su naturaleza amenazante, los Kappa tienen un código de honor. Si un humano les ofrece un pepino (su comida favorita) o logra que se inclinen y derramen el agua de su cabeza, pierden su fuerza y pueden llegar a volverse amistosos o servir a la persona en cuestión. Esta dualidad entre el peligro y la posibilidad de redención es lo que hace del Kappa una figura intrigante dentro de la mitología japonesa.

Tengu: los maestros de las artes marciales

Los Tengu son otra figura destacada del folclore japonés. Se les representa como híbridos entre humanos y aves, con picos o narices largas y alas que les permiten volar. En las leyendas antiguas, los Tengu eran vistos como espíritus malignos y perturbadores que causaban caos y confusión entre los humanos. Sin embargo, con el tiempo, se les asoció con los protectores de las montañas y los guardianes de los templos.

Además de su habilidad para volar, los Tengu son conocidos por ser grandes maestros en las artes marciales y en el manejo de la espada. En varias historias, entrenan a los humanos que se pierden en las montañas, transmitiéndoles conocimientos profundos sobre combate y disciplina. La dualidad de los Tengu, que oscilan entre ser peligrosos y benevolentes, es un tema recurrente en las narrativas de estas criaturas.

Kitsune: los astutos espíritus del zorro

En la mitología japonesa, los Kitsune son zorros que poseen habilidades mágicas, y están profundamente vinculados con el dios Inari, la deidad de la fertilidad, el arroz y el éxito. Los Kitsune son capaces de transformarse en humanos, y suelen adoptar la forma de mujeres jóvenes para interactuar con los humanos. Son conocidos por su astucia, inteligencia y poder, pero no siempre actúan con maldad. De hecho, algunos Kitsune son considerados guardianes y mensajeros de Inari.

A medida que envejecen, los Kitsune ganan más colas, llegando a tener hasta nueve, lo que representa su poder y sabiduría acumulados. Los Kitsune de nueve colas son especialmente poderosos, y a menudo se les atribuyen capacidades divinas. Aunque los Kitsune pueden ser benevolentes, también existen Kitsune traviesos o maliciosos, llamados Nogitsune, que disfrutan engañando a los humanos por simple diversión o para causarles desgracias.

Yurei: los fantasmas vengativos

Los Yurei son los fantasmas de personas fallecidas que no han podido encontrar la paz en el más allá. Se les suele describir con largos cabellos negros, piel pálida y ropas blancas, características asociadas a las vestimentas tradicionales usadas en los funerales japoneses. Estos espíritus vagan por el mundo de los vivos debido a algún asunto pendiente, y suelen estar impulsados por sentimientos de venganza, amor no correspondido o rencor.

Oiwa: el fantasma traicionado

Uno de los Yurei más famosos en la mitología japonesa es Oiwa, protagonista de la obra clásica de teatro kabuki «Yotsuya Kaidan». Oiwa fue una mujer traicionada por su esposo, quien la envenenó para poder casarse con otra mujer. Tras su muerte, su espíritu regresó para vengarse, apareciéndose con su rostro desfigurado y aterrador. La historia de Oiwa ha sido representada en numerosas adaptaciones teatrales y cinematográficas, y su figura sigue siendo un símbolo de justicia vengativa.

Ubume: la madre espectral

El Ubume es el espíritu de una mujer que falleció durante el parto o que dejó a sus hijos pequeños atrás. Estas almas atormentadas vagan por el mundo de los vivos en busca de sus hijos, y a menudo se las representa como figuras trágicas y protectoras. En algunas versiones, el Ubume pide ayuda a los vivos para cuidar de su hijo, mientras que en otras, se le muestra entregando un bebé fantasma a una persona que se da cuenta de que el niño desaparece o se transforma en otra cosa, como un montón de hojas.

El Ubume, aunque es un Yurei, no siempre busca venganza. Su motivación principal es el deseo de proteger a sus hijos, lo que le confiere una dimensión más compasiva y trágica en comparación con otros espíritus vengativos de la mitología japonesa.

Oni: los temibles ogros

Los Oni son criaturas gigantes y demoníacas que suelen ser representadas con cuernos, piel de colores brillantes (generalmente roja o azul), y armados con enormes mazas. Son una de las entidades más temidas en el folclore japonés y, a menudo, se les asocia con la maldad pura, el caos y la destrucción. Según las leyendas, los Oni son seres humanos malvados que, tras morir, se transforman en estos monstruosos ogros como castigo por sus actos en vida.

Shuten Doji: el rey de los Oni

Una de las historias más conocidas sobre los Oni es la leyenda de Shuten Doji, un temible Oni que aterrorizaba a la región de Kioto. Según la leyenda, Shuten Doji y su banda de Oni secuestraban mujeres jóvenes para devorarlas y bebían grandes cantidades de sake. Finalmente, fue derrotado por el legendario guerrero Minamoto no Raiko, con la ayuda de los dioses.

Los Oni son comúnmente representados como fuerzas de la naturaleza incontrolables, que causan estragos dondequiera que vayan. A pesar de su brutalidad, también se utilizan como figuras para enseñar lecciones morales en las historias japonesas, sirviendo como advertencia sobre las consecuencias de comportarse mal o ceder a la maldad.

Jorogumo: la mujer araña

La Jorogumo es una criatura legendaria que combina la figura de una mujer hermosa con la de una araña gigante. Según las leyendas, la Jorogumo puede cambiar de forma, transformándose en una joven atractiva para atraer a los hombres a su guarida, donde luego los envuelve en sus telarañas y los devora. Este espíritu ha aparecido en varias historias de folclore, y representa la dualidad de la belleza y el peligro, mostrando cómo algo que parece atractivo puede ser mortal.

El mito de la Jorogumo está profundamente arraigado en la relación entre los humanos y la naturaleza, y a menudo se interpreta como una advertencia sobre la seducción y la traición. Además, subraya la idea de que no todo es lo que parece, y que la belleza externa puede ocultar intenciones siniestras.

Nurarihyon: el líder de los Yokai

El Nurarihyon es uno de los Yokai más enigmáticos de la mitología japonesa. Se le describe como un anciano con una cabeza de forma extraña, que se cuela en las casas de las personas mientras están ocupadas y se comporta como si fuera el dueño. A menudo, se le representa como una figura tranquila y elegante, a pesar de sus extrañas acciones.

A diferencia de otros Yokai que causan caos o actúan con intenciones malévolas, el Nurarihyon parece disfrutar simplemente de confundiendo a los humanos, pero sin causarles daño. En algunos relatos, incluso se le considera el líder de todos los Yokai, debido a su astucia y naturaleza misteriosa.

Rokurokubi: las mujeres de cuello extendido

El Rokurokubi es un Yokai femenino que parece una mujer normal durante el día, pero por la noche adquiere la capacidad de extender su cuello a grandes distancias. Este espíritu es conocido por asustar a las personas, dejando que su cabeza se desplace libremente mientras su cuerpo permanece inmóvil.

Aunque muchas historias sobre el Rokurokubi lo describen como un ser inofensivo que solo busca divertirse a expensas de los humanos, en algunos relatos, estas criaturas son mucho más siniestras y utilizan sus habilidades para cometer actos malvados. La figura del Rokurokubi refleja los miedos humanos sobre lo desconocido y lo que se oculta bajo la apariencia de normalidad.

Nue: la bestia quimérica

El Nue es una criatura quimérica en la mitología japonesa, compuesta de varias partes de diferentes animales: la cabeza de un mono, el cuerpo de un mapache, las patas de un tigre y la cola de una serpiente. Según las leyendas, el Nue es un ser que trae malos augurios y enfermedades, y su presencia es temida por muchos.

Una de las historias más famosas sobre el Nue relata cómo fue derrotado por el arquero Minamoto no Yorimasa, después de que la criatura causara el caos en la corte imperial. Esta victoria se considera un gran logro en la mitología japonesa, y el Nue ha pasado a simbolizar la lucha contra lo desconocido y el mal.

En resumen, las criaturas de la mitología japonesa no solo reflejan las creencias espirituales de Japón, sino también sus valores culturales.

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